El minimalismo es un concepto muy fácil de describir: ser capaces de vivir felices con poco.
Es simple, pero no es fácil de conseguir.
Nos ayuda a aclarar ideas, fijarnos en lo importante, no depender de las condiciones externas para ser felices y avanzar en nuestros objetivos.
El minimalismo nos hace capaces de distinguir lo que realmente necesitamos de lo que creemos necesitar.
Sin darnos cuenta perdemos un montón de tiempo buscando, limpiando y manteniendo todas esas cosas que nos atrapan y nos impiden avanzar y mejorar.
Mira tu habitación, tus armarios y cajones, tu casa en general.
Empieza a revisar y clasificar las cosas que tienes preguntándote:
De verdad lo necesito? Me hace feliz ?
No te apegues a los objetos y elimina todo lo que no te hace falta.
Los beneficios del estilo de vida minimalista son variados, y no sólo de tipo material.
- Ayuda a tener la casa más limpia: con menos cosas y ordenadas.
- Ayuda a la concentración: cuando estamos haciendo una tarea, si el espacio está despejado y sólo tenemos lo necesario para realizar esa tarea, tendremos menos distracciones
- Ahorramos dinero: no es su finalidad, pero sí una consecuencia del minimalismo, ya que compramos menos, y con menos frecuencia. Cuando compramos objetos de calidad y los cuidamos... nos duran más
- Cuida el planeta: al consumir menos, gastamos menos recursos. Y si además lo que consumimos respeta al medio ambiente, pues más a su favor.
- Tenemos más energía: todas esas pequeñas decisiones de cada día nos van gastando la energía pero con el minimalismo podemos utilizarla para tareas más importantes en nuestra vida.
- Menos estrés: los espacios despejados y ordenados dan más calma y menos ruido a la mente.
- Más tiempo y libertad: cuantas más cosas tienes, más tiempo y energía gastas en ocuparte de ellas.
¿Te inspira esto del minimalismo y probar vivir con menos? ¿Por dónde empezarías a simplificar tu vida?
Cuentame...
Dis. Irene Baran