¡Amo la Navidaaaaaaaad! ¡Amo que Mariquel y Vale me hayan pedido que hable de la Navidad! Gracias chicas, mi ayudanta de Papá Noel interior les agradece mucho y manda una playlist festiva 😀
La Navidad para mí es esencialmente una época para agradecer, para celebrar, para abrazar, para escuchar al otro, y para encontrarnos y disfrutarnos. Por eso les deseo felices lazos de Navidad: porque creo que el mejor regalo es estar con los que queremos, con quienes nos hacen bien y nosotros a ellos. El tiempo es efímero y la energía sumamente valiosa: ¡destinemos todo a la gente que amamos!
Las tradiciones de Navidad nos dan buenas excusas para disfrutar la compañía del otro, y también para embarcarnos en aventuras creativas. En una suerte de homenaje a “A Christmas Carol” de Charles Dickens, voy a evocar al pasado, al presente y al futuro de mis Navidades, y verán como los lazos siempre están presentes…
Tradición del pasado:
La mesa de madera robusta onda alpina de nuestra cocina familiar se llenaba de tarjetas blancas, brillantina, plasticolas de colores, marcadores y otros útiles creativos que había en casa. Mamá, mi hermano Andy y yo nos sentábamos (por lo que recuerdo eran horas) para hacer las tarjetas de Navidad para toda nuestra familia. Dibujábamos, escribíamos, coloreábamos y nos esmerábamos para hacer que cada mensaje fuera lindo, fuera sentido. Recuerdo estas escenas de mi Navidad de la infancia y me emociono hasta las lágrimas: qué sencillo es dar un ejemplo de amor y generosidad, qué divertido se puede hacer para que los chicos se prendan y sientan lo que es pensar en el otro. Gracias ma por esta semilla de amor y hermosa tradición que pienso reavivar este año con Dindina 🙂
Así es: mi pasado vuelve como fantasmita amoroso y muchos recursos para armar saludos navideños junto a mi hija de dos años y medio. A riesgo de tener que barrer 100 veces, compré brillantina (¡¡¡amoooo!!!! ¿por qué dejamos de usar esas cosas?), papeles blancos de carta y stickers navideñas para sumar a lo que ya nos espera en casa: washi tapes festivas que fueron un regalo de Adri de Casa Washi y la rotuladora PT Red de Brother (mi letra es cada vez más fea: quiero que cada familia lea bien escrito sus nombres jajaja). Muero por poner todo esto sobre la mesa y ver a Jazminia intervenir los mensajes. ¡Comienza una nueva tradición para ella! 🙂
Tradición del presente:
Desde que Mr. P y yo somos familia, encaramos el armado juntos: yo me dedico casi que obsesivamente al arbolito (cada adorno tiene su lugar, #freak) y él planta los sombreros de Papá Noel por toda la casa, innovando dónde así surgen las sorpresas (solo la máscara africana que trajo mi suegro de su estancia allá tiene su gorrito asegurado). El arbolito está armando con un mix de estrellas y bolitas de plástico que compré para mi primer arbolito de soltera, y muuuchos más adornos hechos por manos emprendedoras: hay piezas de la legendaria Caja de Navidad del Almacén de Lou (con pajarito de Dobleufa incluido), figuras y estrellas de origami, broches de madera pintados en rojo y blanco, y así una lista de detalles que llegaron a mi Navidad gracias a las generosas personas que alguna vez pasaron por Alma Singer 🙂
Suena música navideña (mucho All I Want For Christmas Is You versión Love Actually, los grandes clásicos - cuanto más viejas mejor – y últimamente el disco navideño entero de Michael Bubblé) mientras ambientamos living, balcón y cocina, y desde que nació Dindu, su cuarto también se viste para esperar a Papá Noel. Amo la presencia de la Navidad, y el recuerdo de la ilusión, el pensar en el otro y la promesa de buenos encuentros (cope que nos llevemos bárbaro con toooodos los miembros de toooodas las familias jajaja).
Tradición del futuro:
No voy a pensar en mis navidades con nietos porque faltan mil años para eso, ¡juaaaa! Pienso a corto plazo, a cuando mañana armemos el arbolito 2019 con Dindu (es sábado 14: estamos muy demorados, es un fin de año realmente ajetreado): quiero iniciar una nueva tradición. Cuando hayamos terminado el arbolito, voy a sacarnos una selfie a los tres con la cámara Instax de Fujifilm para colgarla en el arbolito, y así instalar el hábito de hacer una por año, para ir atesorando nuestras Navidades, nuestro crecimiento, nuestro lazo de amor.
Otras tradiciones navideñas es llevar un Cuaderno de Navidad (donde anoto la lista de personas a las que quiero agasajar, y qué le regalo cada uno), comprar regalos a emprendedores, visitar todas las ferias que pueda visitar, cocinar algo en casa para llevar a las mesas de los festejos, y hornear cookies con formitas (especialmente en esos años que no puedo comprar nada más o somos una banda en el festejo). En todos estos rituales está presente el otro. Lazos. Honrarlos y agradecerlos. Ojalá la Navidad durara todo el año…
¡¡¡Muy felices fiestas a todos!!! Que sean en paz, repletas de abrazos y llenas de alegrías. Que el 2020 sea todo lo que quieran y que las buenas energías los acompañen, siempre. ¡Muchas felicidades a todos!
Vero Mariani
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